martes, 24 de enero de 2012

Azúcar eliminada y no necesaria...




Como había mencionado en la entrada anterior, estoy muy contenta de poder vivir sin azúcar, ya que el exceso de calorías en nuestro cuerpo sin quemar automáticamente pasan a la reserva de grasa que es un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo. Antes me gustaban mucho las galletas, gracias a este blog puedo ver reflejados mis avances sobre todo lo que pensaba acerca de comer galletas:

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¡Por eso no bajaba de peso! creyendo que las galletas aportaban muy pocas calorías a mi dieta, sin embargo detecte este aperitivo como adictivo y lo eliminé de mi dieta el año pasado, gracias a los comentarios de Dr. Oz jamás en la vida volveré a comerme una de esas  cosas llamadas: galletas, pues de acuerdo a su explicación en uno de sus programas, comer una galleta equivale a comerte 2 cucharadas de manteca, osea esa manteca se va directo a las caderas, y  por más ejercicio que hiciera en la elíptica no iba a bajar de peso consumiendo galletas. Ya no se me antojan para nada, ni siquiera los pastelillos que me encantaban pues el chantilly no es más  que una mezcla de azúcar con nata de leche de un alto contenido de grasa. Más la mantequilla que se usa en el proceso del pastel, osea nada más no se antoja. ¿Pero cómo evitar caer en la tentación? Siempre habrá alguien cercano o no tan cercano que insista en que una rebanada o por comer una porción pequeña no te va a afectar en nada. Pero para mí cualquier exceso de azúcar en mi paladar puede afectar los avances que tan exitosamente he logrado, en primera mi paladar se ha vuelto a educar y gracias a la eliminación de azúcar en mi dieta saboreo las frutas y verduras. Puedo percibir la dulzura de una calabacita cocida o empalagarme por comer más de dos plátanos. Saborear los diferentes vinos, (mi favorito el Lambrusco de Riunite) poder disfrutar de los toques de vainilla en un vino seco, saborear las espinacas y un rico jugo de betabel con zanahoria y limón. No voy a permitir arruinar mi paladar con un ingrediente altamente dañino para mi cuerpo: azúcar. Por eso hago respetar mi decisión acerca de no consumir azúcar refinada en sus diferentes presentaciones. Además el consumo de azúcar es adictivo y una vez que tu cuerpo se acostumbra a esta, te pide más y más y nunca te vas a saciar porque la grasa que se va acumulando en tu abdomen ya no permite la absorción de una vitamina muy importante: vitamina D, por lo que te sientes muy fatigada, al estar fatigada querrás algo dulce que te avive pero no será suficiente y esas calorías extras se convierten en grasa, más grasa, menos absorción de vitamina D, más azúcar y se convierte en un ciclo sin fin.

Recuerdo mi experiencia con las galletas, no podía parar de comerlas, no importaba si me terminaba un paquete, siempre quería más.¿Entonces de qué servía el cansancio en la elíptica? pues no mucho, para mi objetivo de bajar de peso. Pero en estos meses que he eliminado de mi vida el consumo de azúcar he bajado de peso, mi piel ha mejorado mucho, así como la apariencia de mi cabello y humor.

¿Pero cómo he podido sobrellevar mi adicción a lo dulce? Muy sencillo, consumiendo chocolate amargo de buena calidad 80% cacao (aunque mi favorito es el de 90% cacao), sin excederse, ya que todos los excesos son malos.

Aquí les dejo mi poca experiencia pero real. Les dejo un link acerca del consumo de azúcar:


¡Saludos!


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